viernes, 11 de mayo de 2007

AMERICAN HARDCORE


1. Si buscas radicalismo en los ochentas, pensa en el Hardcore

“Queríamos volver a la esencia, al estado original. El hardcore representaba eso”, o ponele que algo así diga el viejo guitarrista de Misfits cuando le preguntan de donde venia el nombre que identificó en cuerpo y alma al movimiento. La esencia, el estado original. Algo de esa búsqueda hay en el documental American Hardcore, que cuenta el origen, la gloria y la consecuente caída de unos de los movimientos underground mas importantes de la música. Esta bien, la mayoría de nosotros (o al menos los interesados en verla) mas o menos sabemos como viene la mano, nos ubicamos, por lo cual la premisa mas básica del documental nos parece como demasiado común, por llamarla de alguna forma. Pero, por suerte, hay mucho mas en American Hardcore que solo el motivo de contar una historia; se trata, más que nada, de retratar como toda una generación destinada a quedarse en el molde, a ser buenos ciudadanos y cumplir sin quejarse con su rutinario destino, se revela y levanta el dedo índice en una de sus manos, mientras que con la otra agarra una guitarra. El hardcore nacía. Y si no queres escucharlo, tápate los oídos porque, como ya sabemos, le gusta gritar bien, pero bien fuerte.

Todos sabemos como funcionan los mecanismos narrativos. Sabemos que en toda película se necesitan héroes y enemigos. Acá los héroes son bandas, músicos y personalidades de una escena extinguida, pero que todavía muerde. Y, en el otro lado, tenemos a los enemigos. O sea, a Roland Reagan y su gobierno que, oh casualidad, nace al mismo tiempo que el hardcore lo hace. “Reagan era la antitesis, la reacción. A principios de los ochentas se pensaba que se reacomodaba el orden..Reagan, el hombre blanco y su gobierno. El país se sumergió en una fantasía de los cincuentas, y nosotros dijimos “al carajo. Ustedes. No nosotros. Métanse todo eso en el culo” Entonces, ya tenemos el motivo que despierta a la fiera. Una sociedad conservadora, dormida, que de a poco iba haciendo estragos con una juventud en la que, supuestamente, estaba puesto el futuro. Eso y, bueno, la música disco, Fletwood Mac, Journey y la concha de tu hermana. No future. Lo bueno esta en que, dos segundo después de mostrarnos todo este panorama, aparecen las primeras gotas de esperanza. Primero, Black Flag haciendo “No Values”. Después MDC. Y, y por ultimo, Minor Treath agitándola en un recital en el que solo se pueden ver personas cayendo al pit y tirando patadas.
Entonces, ya tenemos todo: los buenos y sus razones. Los malos y su postura.
“la gente normal no escuchaba el hardcore. No era para ellos. Si querían escucharlo, tenían que cruzar una barrera. De lo contrario, no podían hacerlo. Nos gustaba que fuera de esa manera”. Chicos enojados, absolutamente inconformes frente a la realidad que se les presenta. Chicos que solo encontraban un momento esperanzador, algo menos sofocante en sucuchos, en sotanos en los cuales gritaban todo el enojo que tenían. Los músicos, arriba del escenario, estaban en su misma situación. Y la cosa era fácil, conseguirte una guitarra, un micrófono y todo lo demás. Empeza tu banda, hagamos que esto crezca. Y mierda que creció.

2. Out Of Step

La película es muy completa. Demasiado. A veces es tanta la información y la cantidad de bandas que se enfocan en 4 minutos que se hace difícil seguirle el rastro. Es mas, buena parte del documental se centra en mostrar como era la escena en distintos lugares de EE.UU. (por algo se llama American Hardcore), y es en estos momentos en los que cae en anécdotas y situaciones demasiado propias, solo entendibles por los verdaderos protagonistas, lo cual termina dejando al espectador totalmente asilado del momento. Es mas, si no tenes mas o menos una idea de cómo se fueron dando las cosas, por mas que el documental trata de contarlo de una forma bastante sencilla, algunos cabos quedan sueltos y la cosa se hace muy difícil de seguir. Sin embargo, el hecho de centrarse en estados y contar el movimiento de cada uno de ellos, le permite enfocarse en las bandas más importantes de cada lugar e ir uniendo, de esta forma, al resto de la escena y las bandas. Por ejemplo, en Washington tenemos a Minor Treath y a los Bad Brains, principales exponentes y figuras claves. Después, en Los Ángeles esta Circle Jerks y Black Flag. En Boston, SSD. Y también tenemos a Texas, con los Big Boys y MDC. Sin olvidarnos, claro, de New York y todo lo que representa su lectura del hardcore en bandas como Cro-Mags y Agnostic Front. Sin embargo, si hay una banda que se muestra como la clave en toda la escena, esa es Bad Brains. A cada lugar que iban, lugar en el cual se formaba una escena. No hay banda en todo el documental que no la nombre como una gran influencia. Desde Ian MacKaye a los Beastie Boys, todas y cada una de ellas reconoce que Bad Brains fue la banda que mas los marco, y el motivo por el cual comenzaron a animarse a hacer música.
Otro punto alto que tiene American Hardcore, es el de centrarse en todo lo que rodea a la cultura musical que nos compete. Tal es así, que podemos ver a MacKaye explicando el concepto del DIY, o de cómo un día se le ocurrió eso de Straight Edge. Es excelente la escena esa en la cual MacKaye cuenta el día en el los Bad Brains, después de venir de una gira, le dicen que todos los chicos estaban hablando del Straight Edge, que todos tenían una X pintada en sus manos. “Carajo, eso es tremendo”, dice MacKaye. De ahí, vemos como Minor Treath es el principal puntapié para que la primera rama del hardcore nazca. Bandas como SSD, Negative Approach, 7 Seconds, DYS y toda la primera etapa de bandas de Dischord, son las que se pueden considerar “hardcore straight edge”. De ahí, el documental, que como vemos no se olvida de nada, se dedica a mostrar como una idea positiva, se termina transformando en una especie de doctrina, de dogma en el cual no se aceptan muchas variantes. Es mas, son los mismísimos SSD quienes cuentan como echaban de los recitales a aquellos que, bueno, no hacían lo que hacia el resto. Y muchas veces la violencia era la única forma de hacer entender a esas personas que no eran parte de ese lugar.
Y justamente la violencia es otro de los puntos que están tremendamente bien tratados en American Hardocore. Como ya nos contaron otros documentales acerca del tema, sabemos que la violencia era, en lo recitales, un protagonista inevitable, siempre presente. Pero lo que no teníamos era, por decirlo de alguna manera, un tratamiento tan palpable del asunto. Haciendo hincapié en el gran material de archivo con el que cuenta el director, no se escatiman imágenes en las que se ven como los puños se cierran cada dos por tres. Quizás una de las escenas mas impactantes sea cuando vemos a un joven Henry Rollins provocando a un espectador desde el escenario, dejando que lo golpee y atacándolo a golpes (micrófono incluido), en el momento en el que menos lo espera. Sin embargo, parece que el asunto era mas grave en los tempranos recitales de Circle Jerks, en donde, ahí si, la cosa era im-pa-ra-ble. Sobran las escenas en las que las personas cuentan cuan jodido era el asunto en estos recitales

3. Tu jaula esta limpia

Uno de los puntos en los que más se apoya el film es, justamente, en la gran cantidad de archivo con la cuenta. Algunos, bueno, si, ya estamos cansados de verlos; pero hay otros que, realmente, impactan. Por ejemplo, las imágenes inentendibles del primer recital de Minor Threat son impactantes, al igual que las de los primeros shows de bandas como Bad Brains o SSD. Es decir, se sabe que los pilares más importantes de películas como estas se basan en tener la palabra de las personas mas importantes y de, claro, un gran material de archivo, fotos, videos, etc. En ese sentido, American Hardcore es más que satisfactoria.
Sin embargo, se queda en un par de cosas. Por ejemplo, el hecho de querer hacerla tan, pero tan completa, termino por dar un resultado un tanto pobre. Porque, si bien esta buena la idea de darle lugar a bandas no tan conocidas como Gang Green o MDC (no por eso menos importantes, claro), termina dejando al margen a otras quizás mas significativas como Misfits, Descendents, 7 Seconds o Husker Du (solo aparece el nombre cuando señalan el mapa!). Supongo que esto fue así, por el hecho de que es una película que habla solamente del hardcore y trata de enfocarse en esa historia y en esas bandas. Así y todo, hubiese estado buenísimo que, aunque sea, se las tenga un poco mas en cuenta.

Pero bueno, viste como es todo, que cuando nos queremos dar cuenta ya estamos en 1985. Reagan gana de nuevo en las elecciones y las bandas mas importantes o bien ya no tocan mas o, lo que es peor, dejaron de hacer hardcore para hacer algo mas, ejem, importante. Y encima, la violencia, que antes se veía como lo mas divertido de ir a un recital, se volvió tan jodidamente pesada que las cosas se empezaron a ir de mambo. Parecería ser que la manada gano la pulseada. Y creo que es este el verdadero motivo por el cual sirve una película como American Hardcore, para demostrar, que mas allá de lo que se pueda llegar a pensar de una genero no tan difundido como este, el movimiento sirvió de mucho. Sirvió para demostrar a toda una sociedad que las cosas, si se querían, podían hacerse de forma distintas. Y, lo que quizás sea lo más valioso, 20 años mas tarde, se forjo como una verdadera cultura. Esas imágenes, esas bandas, esas personas que contaban como querían hacerse escuchar mediante un amplificador, quedan totalmente justificadas.. “esto era para mi el nacimiento de la contracultura, de la verdadera contracultura”, decía Ian MacKaye en los primeros minutos del film. Y, hora y media después, cuando le preguntan cual fue el momento en el que se dio cuenta de que la cosa no daba para más, contesta “yo no deje el hardcore, el hardcore me dejo a mi”. Pareciera que, la cosa se fue tan lejos que termino destrozándolos a ellos mismos, a los que miraban el asunto desde adentro. Algo así como si los hijos se comieran a la madre. Algo así como cuando de tanto inflar un globo, se te explota en la cara y no podes hacer nada al respecto.
Quizás sea por eso misma razón que cuando les preguntan si es posible que algo así vuelva a ocurrir, todos contestan mas o menos lo mismo: que el punk murió, que la cosa nunca fue tan importante para ellos..Que solo éramos chicos enojados. Y nada más que eso. Pero, seguramente, la escena que más simplifica el asunto sean los últimos diez segundos. Esa pequeña gran escena en la que Zander Schloss, bajista de Circle Jerks, dice, mirándose al espejo: “fue hace mucho tiempo y ya se acabo. Volve a tu casa .Tu jaula esta limpia”. The End. Títulos, por favor.

La pelicula forma parte de la nueva seccion "Soundsystem", del festival internacional de cine de Mar del Plata. Para horarios y esas cosas, fijense en http://www.mardelplatafilmfest.com

+info

http://www.sonyclassics.com/americanhardcore/

ESTA NOTA FUE ESCRITA Y PUBLICADA ORIGINALMENTE EN SENSEI WEBZINE
GRACIAS POR PRESTARLA. ENTREN A ESE BLOG PORQUE ES INCREIBLE

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