Point Break

Por Martin Villani

Corren los noventas y la estética grasa californiana repugna a más de uno. El agente especial del FBI Johnny Utah, interpretado por Keanu Reeves, es trasladado a la ciudad de Los Ángeles donde le es asignado un nuevo compañero, el experimentado Angelo Pappas (Gary Busses). Una vez en la costa oeste, les encomiendan un caso rápidamente. Se trata de una banda de atracadores de bancos conocidos como “Los Expresidentes”, nombre que se han ganado debido al hecho de que usan mascaras de ex presidentes norteamericanos durante los robos ( Carter, Johnson, Nixon y Reagan ).

Gracias a las cintas de seguridad de los bancos, Pappas sostiene una teoría. Según su raciocinio los ex presidentes son surfers a causa de que uno de ellos lleva en su cuerpo las marcas del traje de baño, y de que su periodo de atracos se extiende desde Junio hasta Octubre, pleno verano en la costa californiana. Según el, utilizarían las ganancias obtenidas en los asaltos para financiar el surf en distintas y diversas playas norteamericanas, claro que esto no son mas que puras conjeturas de un par de agentes federales desorientados y sin pistas.

Sin más que hacer, ponen a prueba la teoría de Angelo Pappas y se sumergen en el mundo del surf californiano. Por supuesto son concientes de un pequeño detalle, ninguno de los dos sabe nada sobre surf. Johnny Utah se ve obligado a aprender a la fuerza, con su lastimosa tabla y sus pésimas habilidades es el hazmerreír del oficio. En medio de una sesión de surf es donde conoce a Tyler (Lori Petty), quien accedería a convertirse, gracias a la persuasión y a alguna mentirilla, en la nueva profesora de surf del Agente especial Johnny Utah, obviamente encubierto. Tyler se convierte en la llave para ese mundo clandestino que esconde el surf, ella es la que le presenta a Bodhi, encarnado por Patrick Swayze, personaje extremadamente particular descrito casi como un guía espiritual del surf y quien aparentemente había tenido una historia pasada con Tyler.

La amistad entre Bodhi y Utah comienza a esbozarse cuando el agente especial se encontraba surfeando en una playa monopolizada por una banda de locales hostiles, quienes no dudan en suministrarle una paliza, o al menos en intentarlo. La banda de pandilleros esta conformada por actores de segunda entre ellos, Anthony Kiedis, flamante cantante de los Red Hot Chilli Peppers.

Durante el enfrentamiento, acude en su ayuda Bodhi para terminar de acabar a puñetazos a los locales, es luego de este hecho que Johnny Utah es invitado a una fiesta de surfistas y comienza a adentrarse en el verdadero mundo del surf clandestino. Allí conoce al resto del círculo de confianza, Roach (James Le Gros), Nathaniel (John Philbin) y Grommet (Bojesse Christopher) entre otros. Nuestro protagonista encuentra en este pequeño grupo de gente, compañeros de adrenalina que le enseñan otro punto de vista sobre ciertos aspectos de la vida.

Poco tiempo tarda en sospechar Johnny Utah de su nuevo y querido grupo de amigos, que termina por convencerse luego de observar como Bodhi ingresaba al banco haciendo un reconocimiento pre-robo. Monta guardia al día siguiente de manera preventiva en dicho banco junto a su compañero Angelo, con quien no puede evitar el nuevo atraco de los ex presidentes pero si emprender una persecución en auto. Luego de varios minutos de choques, adrenalina y frenadas, Johnny Utah queda a pie persiguiendo por los suburbios californianos al aparente líder de la banda, a quien no llega a reprender por una lesión en la rodilla producto de la misma persecución. El panorama es mas simple…o mas complicado si se quiere, gracias a que ahora están casi seguros sobre la identidad de los maleantes, pero los maleantes están cien por cien seguro sobre quien es verdaderamente su amigo Johnny Utah, que ahora debe ver dos veces donde pisa. Pero claro, Bodhi y el resto no se quedarían de brazos cruzados, rápidamente tomaron riendas en el asunto y encontraron su “póliza de seguro”. Consistía en el secuestro de Tyler, quien durante el desarrollo de la película se involucra en una relación amorosa con el protagonista, hasta que ellos salieran del país hacia Australia donde tendría lugar la tormenta más impresionante del siglo.

Después de algunos tiros y bajas en la banda, logran subirse al avión de escape Bodhi y Utah, quien no puede dañarlo ya que es el único que sabe el paradero de Tyler y de quien depende su liberación. Es allí, cuando Bodhi salta con paracaídas del avión y atrás de el, Utah, pero casi de manera suicida sin paracaídas dando lugar a una increíble escena hollywoodense donde el agente federal logra aferrarse al maleante utilizando ambos un único paracaídas.

Johnny Utah queda lesionado, de su pierna ya lastimada y es ahí cuando Rosie, el cómplice captor de Tyler, pasa a buscar en un Jeep a Bodhi y libera a la misma para su encuentro con nuestro protagonista.

Tiempo después, Utah viaja a Australia donde ya comienza a gestarse la mencionada tormenta y donde espera a su vez encontrar a su hombre fugitivo. Luego de una pelea y forcejeo, las esposas son colocadas en las muñecas de Bodhi, y es ahí cuando Utah se da cuenta que no sobreviviría surfeando olas de treinta metros en la tormenta, por lo que lo deja en libertad enfrentando así, a la muerte segura, claro que, surfeando.